Reseña #108: Doblan por los Mastines ; 7/10

¡HE VUELTO! Las reseñas vuelven al blog y mi actividad también. O eso espero. Estos meses, entre el trabajo, el segundo libro y el doctorado, he estado a tope y, sumado a que esta novela es GIGANTE, pues he tardado más de lo que quería en publicar en el blog. He de decir que tengo muchas ganas de seguir y de disminuir mi lista de libros pendientes, así que espero que 2024 me traiga mucha suerte en ese sentido. 


¡ATENCIÓN! Esta entrada está libre de spoilers  de Doblan por los Mastines, PERO puede tener información relevante de las novelas anteriores.

 

 

Datos

Título: Doblan por los Mastines

Autor: Steven Erikson

Páginas: 1170 páginas

Editorial: NOVA

Año de publicación: 2008

Año de la presente edición: 2021

Título original: Toll the Hounds

Traductor: Silvia Schettin

ISBN: 978-84-666-5975-8

Género: Alta fantasía. Grimdark.

Pertenece a: Malaz: El Libro de los Caídos.

Precuela: La Tempestad del Segador (Malaz #7) 👉 Reseña

Secuela: Polvo de Sueños (Malaz #9)

Resumen

En Darujhistan, la ciudad del fuego azul, se dice que el amor y la muerte llegarán bailando. Transcurre el verano y el calor es sofocante, pero al hombre redondo y pequeño con el chaleco rojo desteñido le molesta algo más que el sol. Las cosas no van bien. Funestos presagios plagan sus noches y acechan las calles de la ciudad como demonios de las sombras. Los asesinos acechan por los callejones, pero han cambiado las tornas y los cazadores son presas.

Unas manos ocultas rompen las ataduras de la tiranía. Mientras los bardos cantan sus trágicas historias, en algún lugar lejano se oye el aullido de los mastines... Y en la distante ciudad de Coral Negro, donde gobierna el Hijo de la Oscuridad, hay sed de venganza. Parece que el amor y la muerte van a llegar de la mano... y bailando.

Opinión personal

En cierta manera, cogí este libro con cierto miedo. Había escuchado que era una lectura difícil, que la situación del autor influenció a la prosa y a la historia, convirtiéndola en la entrega más difícil de la saga. Pero, también he de decir, que eso me dio hype. Tengo que decir que ha sido uno de los libros más intensos de Malaz, pero también uno de los más complicados. No sólo por el argumento, que ya venía de enrevesarse en los dos anteriores, sino por cómo se refleja la situación del autor en la prosa. Es verdad que la novela trata muchísimo el tema de la muerte y es posible que eso eche hacia atrás a la gente, sin embargo, a mí me ha encantado. Y esto ha conseguido que Doblan por los Mastines entre en mi Top 5 de Malaz.

Lo primero que me gustaría resaltar es un tema que ya he comentado en la Introducción. El autor pasó por un mal momento de su vida, es más, la novela está dedicada a su padre, que falleció mientras la escribía. A raíz de eso, las más de mil páginas recogen diferentes pensamientos sobre este concepto. La Muerte está presente en cada escena, cada reflexión, y ha sido una experiencia maravillosa comprobar cómo funcionaba la mente de Steven Erikson en ese momento. Gracias a esto, aunque me entristece lo que lo desencadenó, ha sido uno de los libros que más he marcado en mi vida, porque tiene pasajes auténticamente memorables.

     La creación exige destrucción. La supervivencia exige que otra cosa no sobreviva. Ninguna existencia era realmente benigna.

Relacionado con lo anterior, las perspectivas de los personajes son bastante oscuras comparado con las que podemos encontrar en los anteriores libros. Cada monólogo interior, cada pensamiento, es muy intenso. Consigues empatizar casi al segundo con todos los personajes que te encuentras, ya que lo que expresan es más íntimo, más personal. Se muestran muy vulnerables en algunas situaciones y, sinceramente, como te pillen en una situación sensible, pueden incluso hacerte llorar. Dicen verdades como puños y máximas sobre la vida y la muerte que, sin duda, os harán replantearos ciertos aspectos de las mismas. Yo encantadísima de que me hagan reflexionar y de que me den frases increíbles que incluir en las reseñas y posts sobre el libro.

Es cierto que parte del libro es un poco lento, pero en cuanto superas la mitad. ¡Madre mía! Pega un acelerón, y no en el ritmo, sino en la intensidad de lo que se cuenta. Me encantaría poder hablaros del argumento libremente, sin preocuparme de los spoilers si supiera que nadie va a leer esta saga. Pero como quiero que su fandom se amplíe, pues me tengo que aguantar. Sin embargo, lo que puedo contaros, es que tiene un final TREPIDANTE. No puedes parar de leer y eso que los capítulos siguen siendo masivos. Se te forma un nudo en el estómago y hasta que no terminas, no te quedas a gusto. Sin duda, tiene uno de los mejores finales de toda la saga. Uno de esos que te incitan a coger el noveno libro y a leer qué narices va a pasar ahora. Mis dieces por este argumento y por este final.

   Cogedme como un cuchillo y me volveré contra vosotros.

Para terminar, quiero resaltar dos cosas muy importantes que tiene la novela. Dos cosas que amo con toda mi alma: Los Abrasapuentes y Anomander Rake. Los Abrasapuentes, esa parte del ejército malazano que llevamos conociendo desde el inicio de la decalogía, es una parte importantísima para mí. Literal que adoro a cada personaje que pertenece a ese escuadrón, son absolutamente increíbles todos y los amo. Pero, las escenas que protagonizan en este libro, me han roto el corazón. ¿Steven por qué les haces esto? ¿Acaso no los tienes cariño? ¿No te caen bien? ¿Por qué no pueden ser felices, todos juntitos? Se merecen todo lo bueno del mundo y no paras de hacerles sufrir, y, por extensión, me haces sufrir a mí también. Y lo mismo pasa con Anomander Rake, uno de mis personajes favoritos de TODA l a saga. ¿Es que Erikson odia a todos los personajes que amo? Ese peliblanco de fuerza bestial y con un corazón, que para mí, no le cabe en el pecho, tiene una escena que me destruyó por completo. Os juro que, como mientras lo leía estaba en el bus, tuve que hacer parones entre frases para poder evitar llorar en público. Me dolió hasta el pecho, no os digo más.

Obviamente, estas dos razones, que son tan positivas para la puntuación del libro, son parte de las razones por las que, desde la mitad hasta el final, la novela se vuelve totalmente adictiva.

Si la segunda mitad del libro es increíblemente adictiva e interesante, la primera mitad se vuelve un poco pesada. Es verdad que es muy difícil mantener el mismo ritmo durante más de mil páginas, pero es complicado engancharse al principio, cosa no demasiado buena para un libro de una saga tan complicada como ésta, lo que repercute negativamente en su nota. Si ya de por sí Malaz es una historia compleja, muy complicada debido al enorme trabajo que hay detrás y con un mundo inventado al que hay que pillar el truco, ahora se le suma un comienzo lento y más difícil de seguir. Tal vez por el tono, por la sensación de “libro intermedio” que tiene el octavo, pero me sorprendió que tuviera un empiece tan complicado. Después de haber pasado por el sexto y el séptimo, que tienen un ritmo diferente, me sentí un poco decepcionada al ver un retroceso en esa agilidad. Al menos, yo me sentí así.

   Soy como la humanidad, se decía con frecuencia. Inmune a las lecciones.

Tal vez, parte de la culpa de este “retroceso”, la tenga el personaje de Kruppe. Este hombre, que aparece ya en otras entregas, es uno de los personajes más tediosos que he encontrado en una novela. Si en las entregas anteriores de la saga ya me costaba aguantarle, en el octavo, su libro por excelencia, se me hizo cuesta arriba. Madre mía. Escenas interminables, monólogos que me aburren, otros que me encantaría eliminar del texto… Sinceramente, odio con toda mi alma a este personaje y ojalá no hubiera aparecido tantas veces en la historia. Sí, sé que es importante, pero es que es superior para mí.

Para terminar, tuve también un pequeño sentimiento de decepción cuando en algunas escenas Erikson me creó un hype gigantesco, me llenó de energía y de unas ganas locas de saber cómo se iban a resolver, para que, al final, acabara de manera rápida y simplona. ¡Arg! Me sentí estafada. Necesitaba algo épico en lo que poner postits y con lo que fangirlear, no que me lo resolviera de mala manera (para mí) y rápido…

Doblan por los Mastines de Steven Erikson es uno de los mejores libros de la saga de Malaz que he leído hasta la fecha. Es verdad que tiene sus fallos, tiene cosas que no me han gustado nada y Kruppe es una de las grandes razones de que se me hiciera pesada, pero, a pesar de esto, todo lo que ocurre a partir de la mitad del libro consigue compensarlo. Y sí, me entraron muchísimas ganas de continuar con la novena, por lo que el octavo hizo el trabajo necesario para que el hype me invadiera. ¡Tened cuidado con las escenas lentas! Y no dejéis que os depriman, porque merece la pena pasar por ellas con tal de llegar a la parte buena.

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