Reseña #45: Drambuy en penumbra 5/10

Título: Drambuy en penumbra

La primera parte se desarrolla en el pasado, cuando Terry llevó a su hija Ayelen al orfanato de Nyvalén, lo hizo con la promesa de que regresaría.

La historia comienza en el Valle Drambuy, donde los protagonistas, cada uno con un destino marcado, tendrán que hacer frente a los seres de la noche. Se verán envueltos en una espiral de mentiras, secretos y asesinatos que transformarán su existencia. Todo dependerá de Ayelen, quien nació con un solo objetivo. Pero todo cambia cuando descubre de dónde procede y del giro que da a su vida.

Por desgracia, he encontrado más contras que puntos positivos. El mayor de todos, para mí, fue el gran parecido que tiene el argumento de Drambuy en penumbra con Crepúsculo. Y si ya de por sí me chirriaba entonces, ahora con más razón. A ver, la historia no está mal, pero no es para nada mi estilo y creo que no debo de ser la única en pensar que tiene demasiadas cosas en común con esa famosa saga.

Aunque resalté que los personajes son puntos positivos, he de decir que la relación de Ayelen y Sam es ciertamente curiosa. Más que curiosa, tóxica. No es una toxicidad que llegue a extremos, como Bella y Edward, pero tiene momentos que me hicieron sentir incómoda: celos desorbitados, decisiones para nada lógicas un poco forzadas por X personas... No sé, de verdad que no sentí que incluir esto fuera una buena idea. Obviamente, no puedo saber cómo se desarrollará esta relación en la siguiente parte de la trilogía, pero creo que pude empezar a entrever por dónde iba a ir y el camino que va a tomar no es el que me gusta.

Por último, pero no menos importante, el final. Ha sido demasiado abrupto y forzado. Al leerlo, he sentido como si le hubieran faltado páginas, como si no hubiera sabido cómo cerrar la novela correctamente y haya dicho ¡hasta aquí! porque no podía más. La verdad es que esperaba otro tipo de final, uno que al menos hilase mejor la historia con la siguiente novela, o, al menos, que te dejase con una gran intriga para que tuvieras que hacerte con el siguiente. Pero no, nada de nada. Es como si hubiera un corte. Obviamente, no es la primera vez que me encuentro con finales de este estilo y ya sabéis que odio que una novela no quede bien cerrada. Y no me refiero a que sea un final cerrado, qué va, los finales abiertos también me apasionan, pero no es lo mismo un final abierto que un final abrupto. En el primero, el autor se invita suavemente a que leas la siguiente novela, mientras que en el segundo caso, la narración se corta de golpe, sin tránsito ni nada. Una pena... 

Drambuy en penumbra no es una mala novela, es entretenida, fácil de leer y te hace evocar recuerdos de la adolescencia. Si os gustan estas historias llenas de atípicos vampiros, estoy segura de que os encantará, pero no debéis olvidar que para mí, esta historia, está más dirigida hacia un público infantil/juvenil, que para joven adulto. Aún teniendo esto en mente, no sé yo si debería leerme la siguiente parte, porque no estoy segura de conseguir disfrutarla como se merece.