Febrero ha llegado y casi se ha ido antes de que yo pueda sacar más reseñas... Menuda depresión. ¡Hola! Sí. Hace bastante que no entro por aquí, pero ya sabéis que el trabajo me absorbe. Luego que si los profesores no trabajamos nada y nos pasamos el año de fiesta en fiesta. NO tengo tiempo de nada, dios mío. Siempre hay cosas que hacer. Pero bueno, al menos os he podido traer esta pequeña reseña, la primera del año. Esperemos que no la última <3.
Autor: Frank Herbert
Editorial: DeBolsillo
Año de publicación: 1969
Año de la presente edición: marzo 2024
Título original: Dune Messiah
Traductor: Domingo Santos
ISBN: 978-84-663-5696-1
Género: Ciencia ficción. Space opera
Pertenece a: Las Crónicas de Dune (#2)
Precuela: Dune (Las Crónicas de Dune #1)
Secuela: Los Hijos de Dune (Las Crónicas de Dune #3)
Resumen
Doce años después de su victoria, Paul Atreides reina como emperador del planeta Arrakis, también llamado Dune. Pero su éxito ha llevado la guerra a todo el universo conocido. A pesar de haberse convertido en la persona más poderosa existente, Paul es incapaz de poner fin a la lucha.
Los grandes intereses económicos, políticos y religiosos sacuden los espacios interestelares. Mientras sus antiguos aliados conspiran para destronarlo y su propia consorte actúa en su contra, Paul acepta un regalo de los tleilaxu con la esperanza de encontrar la paz y amistad en medio de la traición. Pero este acto hace que pierda el apoyo de su propia gente, su verdadera fuente de poder. Perderlos podría derribar su imperio. Paul se verá obligado a elegir entre su trono, su esposa, su pueblo, su futuro… y el de todo el universo.
Opinión personal
Después de la lectura de Dune y de la maravillosa adaptación cinematográfica que Denis Villeneuve, obviamente mis ganas de continuar con la saga de Frank Herbert aumentaron muchísimo. Es verdad que iba advertida para lo que iba a encontrarme, pues digamos que la saga es bastante diferente a lo que es el primer libro. También sabía lo que el autor pretendió con el segundo libro: que los lectores dejasen de ver a Paul Atreides como un héroe.
Aún así, he ido con unas expectativas bastante grandes que, aunque no se han cumplido por completo, tampoco me ha llegado a decepcionar. Es verdad que para mí no es una secuela digna de esa maravillosa primera parte, pero me ha dejado con ganas de saber qué ocurre después.
Una de las cosas que más me gustaron de Dune fueron sus personajes: complejos, originales e interesantes. Al terminar el primer libro, quise seguir conociéndolos, y la manera en que El Mesías de Dune los desarrolla me ha fascinado. Su evolución durante los doce años transcurridos entre ambas novelas es notable: son personajes más intensos, profundos y desarrollados. Paul Atreides ejemplifica perfectamente esta transformación. En el primer libro es relativamente joven, impulsivo y vengativo, mientras que en el segundo se muestra cansado, más reflexivo y diplomático, aunque mantiene su imponente presencia. En doce años, el peso de completar su yijab lo ha desgastado por completo. Ya no conserva su fuerza inicial, ya no es el Paul que se enfrentó a los Harkonnen; ahora reflexiona sobre sus acciones y es profundamente autocrítico. Es, sin duda, un personaje extraordinario con un trasfondo fascinante.
La paz está en todas partes. En todas partes… excepto en el corazón de Muad’Dib.
El argumento de esta novela es esencialmente político. Sus trescientas páginas están repletas de conspiraciones y disputas. La acción cede protagonismo a la exploración de cómo se ha configurado el imperio de Paul Atreides y los cambios que ha realizado en el planeta Arrakis. La política, uno de los aspectos más interesantes que Herbert planteaba en Dune, mantiene su brillantez en esta segunda entrega, especialmente al mostrar cómo el protagonista, casi divino, maneja la maquinaria de un vasto imperio construido sobre una guerra santa y innumerables muertes. Ha sido fascinante descubrir los entresijos de su gobierno, más aún sabiendo que el autor pretende revelar que Paul no es un héroe, aunque tampoco un villano. La imagen idealizada que pudimos tener de este joven en el primer libro se desvanece, mostrando lo que realmente Frank Herbert pretendía con este personaje. La historia se centra en la figura del nuevo emperador, permitiéndonos comprender su forma de actuar y cómo se ha configurado su universo tras doce años de gobierno. Si buscáis una novela tan trepidante como la primera parte, El Mesías de Dune no es vuestra elección.
Va a morir y no puedo hacer nada para evitarlo.
Por último, destaca la fascinante evolución de la visión religiosa. Si en Dune teníamos a las Bene Gesserit con sus creencias y experimentos, ahora presenciamos a un mesías omnipotente y su hermana, también con esencia divina, que representan dos caras de la misma moneda. La religión que surge en torno a su presencia define la forma de gobierno de este imperio —más teocrático que absoluto— y resulta tanto fuente de conflictos como de soluciones. El extremismo religioso se revela como uno de los elementos más cautivadores.
Desafortunadamente, las expectativas iniciales no se cumplieron del todo, lo que me hizo sentir que esta segunda novela no hacía justicia a su predecesora. La majestuosidad de Dune, la intensidad de la trama, la acción arrolladora… todo se desvanece para dar paso a una historia de transición. Frank Herbert utiliza El Mesías de Dune con un doble propósito: mostrarnos al verdadero Paul Atreides (cuyo desarrollo me fascina) y preparar el terreno para la tercera entrega. Esta intención se refleja incluso en la diferencia de extensión entre las tres primeras novelas de la saga. Aunque el autor logra su objetivo, el cambio puede resultar desconcertante para el lector, especialmente para quienes no sean aficionados a las tramas políticas.
Pero, sea lo que sea lo que llegue desde detrás de esas montañas, primero tendrá que cruzar las dunas.
El final, en particular, me ha dejado un sabor agridulce. Su naturaleza precipitada y abrupta no hace justicia a unos personajes que han sido fundamentales en la trama. Si bien anticipaba un desenlace de este tipo, esperaba un desarrollo más elaborado que permitiera al lector una despedida apropiada de aquellos personajes que no volveremos a encontrar.
El Mesías de Dune es una novela corta, bastante fácil de leer comparado con la anterior, pero que ha despertado sentimientos encontrados en mí. Es verdad que la trama me ha gustado mucho cómo se ha desarrollado, al igual que los personajes, pero la sensación continua de que es un libro de paso y que el final es totalmente anticlimático, me ha desinflado un poco el hype que sentía. Seguiré con la tercera novela, simplemente porque tengo curiosidad, pero sólo recomendaré esta novela a aquellas personas que les gustó muchísimo la primera parte y que quieren continuar leyendo la saga completa. Si te costó Dune, no leas El Mesías de Dune. Pero si te encantó la primera parte, prepárate para devorar esta segunda y pasar directamente a la tercera.
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