Datos
Título: Blanco como la Nieve
Autor: Salla Simukka
Páginas: 261 páginas
Editorial: La Galera
Año de publicación: 2015
Título original: Valkea Kuin Lumi
Traductor: Emma Claret y Eila Pyrhönen
ISBN: 978-84-941-8571-7
Género: Ficción. Juvenil. Misterio
Pertenece a: Trilogía "Me llamo Lumikki" (#2)
Precuela: Rojo como la Sangre
Secuela: Negro como el Ébano
Resumen
"Quieren deshacerse de ti.
Esta historia puede volverse peligrosa.
O, mejor dicho,
ya es mortalmente peligrosa"
Opinión personal
Hace dos años que reseñé Rojo como la Sangre, la primera novela de la trilogía finlandesa Me llamo Lumikki y, por fin, he conseguido hacerme con el resto de novelas y leerlas en un tiempo récord. Esta segunda parte, sorprendentemente, no me duró más de una semana. A decir verdad, el libro ha cumplido con mis expectativas de ser una novela muy entretenida y de lectura super sencilla.
No voy a ahondar mucho más en la forma de escritura de esta autora. Ya lo mencioné en la reseña de la primera novela, así que simplemente diré que mantiene su lectura sencilla y su argumento dinámico, consiguiendo la atracción completa de la atención del lector. Esto, combinado con una historia más o menos interesante, provoca que el tiempo promedio que pases leyendo este libro disminuya mucho. Y no digo que el argumento sea malo, sólo que tiene ciertas cosas que no me calan.
Sin embargo, la introducción de pleno del personaje llamado Leikki en una historia secundaria, utilizada para profundizar al personaje principal, es, sin duda, lo más interesante que tiene la novela. La relación entre ambas no sólo te llega a interesar más que la propia historia central, sino que le confiere a Lumikki una estupenda complejidad, ya que no se explicó apenas nada de su pasado. También, se van destapando algunas intrigas en lo que se refiere a su ámbito familiar. Básicamente, todo lo que no sea el argumento de la novela es muchísimo mejor y más interesante.
Pero una historia de héroes no nace sin víctimas inocentes. Algunos tienen que morir para que los salvados sean más valiosos. Solo la muerte hace que una historia sea verdaderamente de héroes
Por otra parte, vemos cómo nuestra valiente protagonista, quien ya demostró tener una astucia y un coraje muy grande en Rojo como la Sangre, vuelve a mostrarse como la "heroína" que es. Aunque, la verdad, parece que la desdicha le persigue allá donde vaya, porque no he visto personaje con tan mala suerte. Aún así, su papel en esta historia es increíble. Si os soy sincera, Lumikki es uno de los personajes femeninos que más me gustan dentro de las novelas que he leído. Es independiente, fuerte, astuta, muy valiente e ingeniosa. Me encanta su forma de ser, aunque sea levemente distante del resto del mundo (pero oye, sus razones tiene), y cómo siempre el resto de personajes se sorprende con ella.
Para terminar con estos pros, me gustaría resaltar la capacidad de Salla Simukka de describir la ciudad de Praga. Hace posible trasladarse a esas hermosas calles, sentir el calor del sol, escuchar los cuchicheos del resto de turistas y vivir cada una de las experiencias que tiene la protagonistas. Me encanta leer cada una de sus descripciones porque son preciosas.
Y, ¿por qué no me gusta el argumento? Os preguntaréis. Pues básicamente porque me parece muy poco creíble. Sí, es verdad que la historia que envuelve a Rojo como la Sangre está cogida con pinzas, pero ésta es otro nivel. Es verdad que todo lo que envuelve el mundo de las sectas es casi de fantasía, a pesar de que salgan noticias en la tele hablando de ellas, pero no me he sentido cómoda leyendo sobre ella. No sé, sentía que era más fantasioso que de suspense. Son unos acontecimientos demasiado improbables, la verdad. Sí, es cierto que es entretenida, que está bien construida, pero no llega a calarme y no sabéis la pena que me da.
En conclusión...
Otras portadas
¡Hola!
ResponderEliminarHe de decir que el primero me gustó mucho más y la historia que cuenta es más creíble, aún así, yo lo disfruté mucho. Creo, sinceramente, que la trilogía merece la pena.
¡Gracias por tu comentario! Un beso