Reseña #26: Dos velas para el Diablo 10/10

Hoy día, ya nadie cree en los ángeles. Sin embargo, hay gente que sí cree en los demonios. Pero los ángeles y han existido siempre. ¿Que cómo lo sé? Porque mi padre era uno de ellos. El problema es que, cuando los ángeles te dan la espalda, ¿en quién puedes confiar?

Cat es una adolescente que se ha pasado casi toda su vida viajando de un lado a otro con su padre. Cuando éste es asesinado, ella lo pierde prácticamente todo y jura que encontrará a quien lo hizo y se lo hará pagar. No será una búsqueda fácil, pero Cat no es una chica corriente. Su padre era un ángel, lo cual significa que sólo alguien con un poder semejante al suyo podría haberlo derrotado. Y Cat está dispuesta a pactar con los mismos demonios con tal de averiguar quién fue.

Como siempre, quiero empezar por los aspectos más formales. Su lenguaje es sencillo, simple y muy actual. La protagonista es una adolescente, como el lector, seguramente, y habla como tal. Tiene expresiones conocidas y muy acertadas, puesto que, a pesar de la gravedad de algunas situaciones, conserva la informalidad de la narradora. Se consigue así que el lector se vea reflejado en el personaje principal o, al menos, lo acerca lo suficiente como para identificarse con su coloquial modo de hablar. Además, también agiliza la lectura y consigue llamar tu atención lo suficiente para engancharte.

En cuanto a la descripción de personajes y ambientes, como siempre es muy lograda. Destaco principalmente la de personajes, pues hace comparaciones muy acertadas y crea en nuestra mente una imagen nítida de aquel a quien describe. Los ambientes son ligeramente menos trabajados, pero igualmente buenos. Y no sólo su físico es digno de mención. La gran cantidad de personajes nos sorprende de primeras y nos sorprende aún más cuando nos damos cuenta de las personalidades tan distintas que nos encontramos. Si tuviera que destacar un rasgo, sería la moderación. Me explico. A pesar de que son ángeles y demonios, nadie es malo del todo, ni nadie es bueno del todo. No hay blanco ni negro. Sólo un suave gris que envuelve a todos los personajes y que es el responsable de crear una novela tan buena.

Esto último lo enlazo con la originalidad de la historia. Cierto es que hubo una temporada dentro de la literatura juvenil en el que todo eran ángeles, demonios, nefilim... Pero si hay algo que me gusta especialmente de Dos velas para el Diablo es la reinterpretación de una historia muy conocida y con unos resultados muy satisfactorios. He de decir, que si tuviera que quedarme con un bando, elegiría claramente a los demonios. Me parece que están mucho mejor trabajados que los ángeles, pues tienen que combatir contra los estereotipos que otras novelas y la tradición se le han achacado.

Sin embargo... vosotros no solo destruis la vida, sino que estáis atacando a las mismas condiciones necesarias para que la vida exista: la tierra, el aire, el mar. Y lo más desconcertante de todo es que no parecéis ser conscientes de ello, que no es ese vuestro objetivo. Se trata, simplemente, de que vuestra forma de vida, vuestra simple existencia, es una mala noticia para el resto del planeta

Todo el argumento, los personajes, los ambientes y las incógnitas que se nos presentan componen un texto cautivador. Ya desde el principio nos sumergimos en un mundo lleno de acción y misterio que nos engancha desde la primera página. Y, una vez que llegamos al final, los sucesos que loscomponen consiguen tocarnos la fibra sensible a más de uno. Se trata de un desenlace complejo y sorprendente, pero muy intenso. Sin duda, es un final digno de alabanza.

Dos velas para el Diablo es una de las mejores novelas que he tenido el placer de leer. En ella combina todo lo que necesito para que un libro sea de diez y Laura Gallego consigue que así sea. Sin duda, es altamente recomendable para todos vosotros. Seguramente disfrutéis tanto como yo.