Una columna negra de humo subía hacia el cielo y se mezclaba con las blancas nubes, se podía ver a leguas de allí, además de que el estruendo de la explosión había asustado a todo el bosque y, seguramente, había alertado a más de un pueblo cercano.
La techumbre de la casa había saltado en mil pedazos y el suelo del desván había cedido, derrumbándose sobre el segundo piso de la casa. Los escombros se amontonaban y el fuego comía la madera de las vigas y de las puertas. El ambiente era asfixiante, el humo cubría toda la segunda planta.
Jessica, la bruja que había resistido bien la explosión gracias a un escudo de energía que se había proyectado sobre ella, retiraba los escombros y la madera que había caído sobre el cuerpo de la joven ilusionista. Ellie, mal herida, casi ahogada y con un intenso pitido en los oídos, apenas podía mantenerse en pie.
-¡Vamos Ellie! ¡Levanta! -Gritaba de manera autoritaria la muchacha. Agarró a Ellie de las axilas y la fue levantando, haciendo que cargase su peso sobre su cuerpo.- ¡Venga! Hay que largarse ahora mismo.
El gato anaranjado salió de un pequeño hueco y se metió en la mochila de la chica de un salto. Se acurrucó en su interior y dejó que Steve saliera de su cuerpo. El muchacho tenía el rostro desencajado de preocupación, miraba a su esposa con terror en los ojos y ayudó a la bruja con ella sin cruzar ni una palabra.
Steve agarró a Ellie y la mochila, y la dirigió hacia las escaleras, cuyos peldaños no eran muy seguros tras la explosión. Jessica adelantó a la pareja y se tiró contra la puerta principal. Posó las manos en la madera y pronunció por lo bajo unas palabras en alguna lengua extraña, cosas de brujos,
Rápidamente se fue alzando un escudo de un leve color verde, que protegió toda la casa, incluida la parte derruida. La bruja apretó los dientes y aguantó los impactos contra el escudo que realizaban la clon de Ellie con sus hechizos.
Steve apoyó a su mujer en la pared y le alzó el rostro para que le mirara a los ojos.
-Vamos, mi amor, espabila, debes irte. Debéis iros. Por favor... -La zarandeó levemente, la chica sacudió la cabeza y parpadeó varias veces. Tenía los labios agrietados, varios cortes en el rostro y una herida que sangraba en la cabeza. Su menudo cuerpo temblaba y apenas podía articular palabra. Alzó los cansados ojos para encontrarse con los de su marido, tragó saliva y trató de hablar.
-S-steve... ¿Qué ha pasado? -Susurró débilmente.
-Tienes que espabilar, Ellie, venga, sé fuerte, ya os queda poco. En cuanto lleguéis con G-Host estaréis a salvo. -Jessica profirió un grito y volvió a susurrar más palabras incomprensibles para la pareja.- Por favor, mi vida... -Ellie miró a la bruja y se pasó la mano temblorosa por el rostro. Asintió y se apoyó en la pared, tratando de mantener el equilibrio. Una vez estabilizada y con el palo de billar como apoyo, se dirigió a la puerta del sótano que anteriormente estaba cerrada.
-Jessica... vamos. -Steve sonrió, levemente aliviado, y ayudó a su esposa a buscar la llave del sótano en la cocina. Rebuscaron entre los armarios, los utensilios, los platos, entre la comida de la despensa... Revisaron también detrás de los cuadros que allí había colgado hasta encontrarla pegada a la parte de atrás de un paisaje montañoso de pintura impresionista.Volvieron a la puerta y la abrieron, Ellie y Steve comenzaron a bajar las escaleras mientras arriba se oían todavía los esfuerzos de Jessica por evitar que penetraran en la casa.
-¡Jessica! -Gritó Steve con fuerza. Miró a su mujer a los ojos. Se iba volviendo transparente.- ¡Jess! ¡Baja ahora mismo! ¡Vamos! -Cogió el rostro de Ellie y besó sus labios antes de desaparecer.
Al cabo de unos minutos, la bruja apareció corriendo en aquel sótano y se dirigió a la pared del fondo, una pared de piedra sin decoración colgada ni objetos delante. El portal.
Jessica comenzó a mover las manos, haciendo diferentes símbolos con ellas, mientras susurraba en un idioma extraño y a una velocidad pasmosa, cientos de palabras que Ellie nunca entendería. Tras terminar de hablar, apoyó las manos en la piedra y esta comenzó a lucir levemente, en un tono azul claro que se extendía por las juntas que había entre las piedras.
-Vamos... -Dijo la bruja por lo bajo. Se mordió el labio con fuerza. Su pecho subía y bajaba, su corazón bombeaba con fuerza por la adrenalina. Debían salir de allí rápido o no tendrían escapatoria. Todos sus esfuerzos habrían sido en vano. La luz se apagó con un destello cegador y la pared volvió a su estado original. La chica castaña dio un paso al frente y alargó la mano para tocar su superficie, pero una voz la paralizó.
-Esto ya ha durado bastante. -La voz de Ellie llegó hasta sus oídos, la bruja se giró y observó a sus enemigos. Cinco hombres trajeados de negro y una chica idéntica fisicamente a Ellie, pero no era ella, sino la clon con los poderes de Jessica.- Vuestra huida ha llegado a su fin, ambas volveréis a casa. -Jessica cogió a Ellie del brazo y la colocó detrás suya. Frunció el ceño y apretó los puños.
-Si crees que voy a ir contigo por las buenas lo llevas claro, rubita. Lárgate antes de que una bruja de verdad te patee el culo. -El tono era amenazador, pero Ellie sabía que no tenía nada que hacer contra ella y sus secuaces. De las dos, Jessica era la única que podía luchar en aquel momento y hacerlo sería un suicidio. No tenían escapatoria. Ellie abrazó la mochila donde el gato-Steve dormitaba y apretó el palo con la mano derecha.
-Jess...
-Cállate. -Ordenó a Ellie. Volvió su mirada a la enemiga. Debían atravesar el portal para poder estar a salvo, pero de hacerlo ambas, les seguirían y pondrían a G-Host y su paradero en peligro. Fue cerrando los ojos y respiró hondo. Sabía exactamente lo que debía hacer, pero trataba de mentalizarse antes.- ¿Sabes, querida clon? Aún no es la hora de que la hija pródiga vuelva a casa.
-¡Cogedlas! -Gritó la clon. Los hombres se lanzaron contra las dos chicas.
-¡Jessica! -El grito de Ellie retumbó en la estancia mientras Jessica la empujaba con fuerza, la muchacha cayó hacia atrás y atravesó el portal sin opción a nada más. La bruja recitó de nuevo el conjuro que había utilizado para abrirlo y rozó con los dedos la superficie de las piedras mientras los hombres la agarraban.
-¡Seguid a la chica! -Dos de ellos saltaron hacia el portal antes de que se cerrase. La bruja se escapó de sus manos y formó una gran bola de energía que lanzó contra la pared de piedra. Aquel impacto produjo un gran agujero y un agudo chillido de rabia de la clon. Los hombres volvieron a agarrarla con fuerza y clavaron un aguja en su cuello. La chica rubia se colocó frente a ella.- Pagarás por esto. -Jessica la escupió antes de que la pusieran un saco negro en la cabeza y la arrastraban fuera de allí, mientras le hacía efecto el somnífero.
Tras haber atravesado el portal de aquella manera tan brusca, Ellie cayó al agua. Trató de subir a la superficie para coger aire, pero el peso de la mochila y el dolor de sus músculos apenas le dejaban moverse. Con mucho esfuerzo y fuerza de voluntad, sacó la cabeza de agua y se dirigió a la orilla. Abrió la mochila y dejó que el gato saliera rápidamente hacia la arena. Empujó la mochila mientras nadaba cuando sintió que la agarraban y arrastraban.
El agua le entraba por la boca y la nariz, pataleando una y otra vez. Uno de los hombres que había cruzado el portal la tenía cogida de la larga coleta china que tenía, la fue arrastrando hacia él. Ellie pegó una patada al hombre y se soltó de él cuando el segundo que había cruzado el portal cayó sobre ella.
El golpe fue fuerte, expulsó todo el aire y se fue hundiendo, dejando escapar pequeñas burbujas de aire. La cabeza comenzó a dolerle, parecía que en su interior el bombeo de sangre era un tambor. Los pulmones le ardían y cada vez que daba una bocanada, el agua la inundaba. Poco a poco a visión se le fue oscureciendo, sintió como su cuerpo se relajaba y el agua entraba en sus pulmones. Cerró los ojos y dejó que pasara lo que tuviera que pasar.
"Abrió los ojos, todo era gris oscuro, no se podía ver nada porque sólo estaba ella. Se incorporó hasta quedarse de pie, miró alrededor y gritó, pero no emitía sonido alguno. Su corazón palpitaba con fuerza, sus nervios crecían y se multiplicaban. ¿Qué era ese lugar? ¿Dónde estaba? ¿Estaba... muerta? Sintió como le ponían una mano en el hombro y se giró sobresaltada. Miró a Steve a los ojos y esbozó una gran sonrisa, pero el chico no estaba contento ni sonriente, sino que tenía los ojos rojos, las manos temblorosas y la preocupación, o más bien el terror, grabado en su expresión. Agarró a su mujer de los hombros y la zarandeó una y otra vez, pero Ellie no sabía qué pasaba.
-¡Despierta! ¡Despierta! Por favor... -La atrajo hacia él y la estrechó entre sus brazos. Nunca había visto a Steve de aquella manera, parecía tan... frágil.- No te mueras, mi vida, lo eres todo para mí, debes resistir. Vive, Ellie, vive. Hazlo por nosotros, por nuestra relación. No quiero perderte mi amor...- Ellie trató de separarle de ella, pero el chico la tenía agarrada con fuerza. Alzó los ojos para encontrarse con los suyos y formó una pregunta en su rostro que le chico no pudo responder. No tenía palabras, tenía un nudo en la garganta.- Prometo contarte todo sobre mí, todo, pero tienes que vivir. -El chico cogió aire y besó a su mujer con cierta fuerza, expulsó todo el aire dentro de su boca."
Ellie se incorporó sobresaltada y expulsó todo el agua que había tragado. Tosió con cierta fuerza, echando todos los restos que había en su organismo. Se echó hacia atrás para tumbarse en el suelo y soltó un largo suspiro mientras el cansancio hacía mella en ella. Se fue relajando, su visión se nublaba y sólo pudo ver la figura de un chico junto a ella antes de quedarse inconsciente de nuevo.
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