Y.U.R.G.S. -P. 35-
Drank había caído, el elfo se
acercó tambaleándose y se arrodilló a su lado. Aún respiraba. Lo agarró por los
hombros y se hicieron de soporte el uno al otro. El rostro del nefilim había
cambiado. Sus ojos volvían a tener su brillo característico, aunque éste se
estuviera apagando poco a poco, el color de su piel se volvía cada vez más
moreno y un hilillo de sustancia negra, combinado con sangre, corría por las
comisuras de sus labios. Su mirada se posó en Glaiss. Sus ojos no transmitían
miedo, ni dolor, sino arrepentimiento y alivio. Apoyó la cabeza contra el pecho
de su amigo.
-Perdóname… -Murmuró.
El elfo negó con la cabeza. La
tristeza y el dolor le impedían hablar, y las lágrimas le ardían en sus ojos.
Por un momento se olvidó de la herida de su vientre, agarró la mano del
nefilim, aún había fuerza en sus músculos. Éste volvió a intentar hablar, pero
apenas podía articular palabra. Soltó un suspiro y su cuerpo comenzó a
relajarse, su mano, la que sujetaba el elfo, comenzaba a perder fuerza y la
viveza de sus ojos se apagó. Con aquel último suspiro, la vida del nefilim
llegó a su fin.