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Resumen

Opinión personal - Spoiler

• AMARA CORTÁS: La única hija del emperador de Kraeshia se nos presentaba de primeras (en el tercer libro) como una muchacha interesada, fría y manipuladora, pero con un leve toque infantil. En esta última entrega, la niña del emperador se ha convertido en una mujer fuerte, cruel, despiadada y ambiciosa, capaz de pasar por encima de cualquier persona, incluida su familia, para conseguir sus propósitos. Es un personaje femenino que me ha gustado especialmente porque rompe con la sociedad establecida en su imperio y pretende tomar el control del reino, desafiando así la tradición patriarcal y misógina que lo caracterizaba. Aunque las formas no son especialmente buenas, es un claro ejemplo de determinación y mente fría. Además, el hecho de que al final de novela admita sus errores y la manipulación de su abuela, pida perdón y trate de emendar lo que hizo completan a un personaje que ha evolucionado rápidamente desde su primera aparición en el Abrazo de las Tinieblas. 
• NEELA: Y hablando de la abuelita. Aunque yo me esperaba un poco el destino de este personaje, he de decir que está muy bien planteado. El entrañable personaje de la abuela que vive por y para su nieta, y que trata de dar todo lo que puede y más para ayudarla a conseguir sus objetivos, se transforma en una anciana ruin, malévola, manipuladora y fría, capaz de deshacerse de su nieta en cuanto ve que deja de serle útil. Me ha sorprendido gratamente cómo en pocas páginas pasa de un modelo a otro. Sin duda, es una de las mejores "villanas", si se le puede llamar así, que he encontrado. 

- El mundo se inclinará ante tu poder; dominarás a todos los hombres que han hecho sufrir a las mujeres de Kraeshia. Serás la gobernante más grandiosa y temible que el mundo haya visto jamás.

• MAGNUS DAMORA: ¡Ay! Mi querido Magnus. Mi príncipe sangriento. Sin duda, es mi personaje favorito. La evolución de este personaje ya la he destacado en las anteriores novelas, pero es que me resulta tan increíblemente genial la forma en que se ha desarrollado a lo largo de las seis novelas que era imposible no hacerle hueco en esta reseña. Ha pasado de ser un niño rico, de lengua viperina y forma de ser estresante, a un personaje con unos principios férreos, un gran sentido del deber y con una mentalidad mucho más abierta. No sólo ha sido capaz de aceptar la naturaleza sádica de su padre, para acercarse más a él y entablar una relación más sana, sino que ha dejado a un lado la máscara fría e indiferente que mostraba al principio y ha logrado exponer sus sentimientos sin tabúes, sin importar lo que los demás pensaran. Ha dejado de ir en busca de la aprobación de su padre y de vivir a la sombra de su grandeza, para forjar su propio destino y abrirse un camino entre tanta desgracia. Dejó atrás al príncipe engreído y se convirtió en el monarca que todos querríamos. 

-Dime, Magnus, ¿no deseas a veces retroceder al pasado, antes de que comenzara todo esto? ¿No querrías volver a tu vida normal?.
-No
-¿No, sin más?
- No, sin más.
-¿Por qué?
-Porque en mi vida han cambiado demasiadas cosas como para desear que vuelva a ser como antes. 

• NICOLO CASSIAN: Aunque no es un personaje especialmente destacable en otras novelas, en El Reinado Inmortal toma un ligero papel protagonista. Su personalidad cargante y "lameculos" es dejada atrás por completo. Se nos muestra ahora un hombre fuerte que lucha contra el mismísimo elemento del fuego con tal de proteger a sus seres más queridos. Coloquialmente diríamos que le echaría "un buen par" al enfrentarse y desafiar a un dios. La determinación que muestra ha dado la vuelta al personaje que vimos anteriormente y lo convierte en uno de los más destacables de la novela. Sin duda, mi aprecio hacia Nic se ha visto muy incrementado tras esta lectura. 
• Por último, he de hablar de los ELEMENTALES. Quiero destacar que, sobre todo Kyan, son de los mejores villanos que puede tener una novela de fantasía. ¿Por qué? Pues muy sencillo. Porque se puede empatizar con ellos, al menos yo. Se trata de dioses elementales que han pasado gran parte de su existencia encerrados y separados, siendo utilizados por dos inmortales a las que lo único que les interesaba era el poder. Siendo sincera y viendo que todo es ambición y ansias de poder por parte de los humanos, yo también estaría dispuesta a destruirlos a todos. En cierto modo, se puede entender el por qué de sus oscuros deseos. Además, la forma en que la deidad de fuego es capaz de aprovecharse de esa ambición para llevar a cabo sus propósitos es digna de admiración. El dios, simplemente, se beneficia de las debilidades humanas, por lo que, de tener unos principios dignos, no le habría sido tan sencillo conseguir lo que se proponía.